Es posible que Banks trajera consigo la carta que el presidente de la Royal Society, Lord Morton, dirigió a Banks, Solander y al propio Cook, fechada el 10 de agosto de ese año. Para alojar en el barco a Banks y sus acompañantes fue necesario volver a reestructurar los ya escasos espacios destinados a cabinas y camarotes que, en principio eran solo para los oficiales.